Cosmética orgánica ¿ si es tan natural ?
- dafnet61
- 1 may 2013
- 2 Min. de lectura
Mira ahora, mira ahora, puedes mirar, que ya me he puesto maquillaje; y si ves mi imagen te vas a alucinar y me vas a querer besar”, cantaba Mecano en uno de sus grandes éxitos (Maquillaje, 1982). “Cuando besas a una persona en la boca, esta se va a comer parte de tu pintalabios; y con él, si los lleva [a veces, ocurre], rastros de metales pesados y moléculas derivadas del petróleo”, comenta Anna Dal Passo, quien regenta una distribuidora de cosmética ecológica en islas Baleares. Y no solo eso. Según Dal Passo, una mujer puede llegar a comerse hasta un kilo de su propio pintalabios a lo largo de su vida, y aunque no hay evidencia de daño a la salud, la experta recomienda fijarse muy bien en qué tipo de cosmético utilizamos. Y no alentar (quizás) tan a la ligera, como hacía Ana Torroja, a que se coman nuestro maquillaje. ¡Un momento! Resulta que uno de los productos estrella que Dal Passo comercializa es una barra de labios cuyos ingredientes provienen del mundo alimenticio (aceites esenciales y extractos vegetales). Entonces, ¿es la cosmética ecológica tan natural y sana que hasta se puede engullir?
si el consumidor quiere ser responsable de sus elecciones, debe informarse mucho, pues en cosmética ecológica no hay normativa que codifique lo que está permitido y lo que no" (Anna Dal Passo, comerciante)
En el mercado existen ciertos cosméticos que, por ingredientes y proceso de elaboración, lucen el mismo sello que los alimentos ecológicos. Tienen calidad alimenticia y se pueden comer. Se trata, en su mayoría, de productos de formulación sencilla como mantecas de karité, cacao y aceites vegetales y esenciales, fuente natural de ácidos grasos Omega 3 y 6. "Como, por ejemplo, el aceite de lino o el de rosa de mosqueta, que se pueden beber o absorber a través de la piel", concreta Dal Passo. Esta dualidad no sucede en el caso de productos más elaborados, como el maquillaje o el champú, que por muy naturales y ecológicos o convencionales que sean, pueden llevar pigmentos minerales el primero (para dar color) y tensoactivos el segundo (para formar burbujas de la espuma), que son ingredientes no comestibles.
También hay argumentos del bando verde. “Los pintalabios hechos con aceites minerales y silicona se limitan a generar una capa de plástico por encima de la piel. No la hidratan como los que contienen principios activos naturales”, afirma Dal Passo. No obstante, para Barco los productos cero (sin parabenos, sin conservantes) son sobre todo una moda, un tema de ideales o filosofía, pues no está demostrado que sean mejores ni peores que los convencionales. “Sin ir más lejos, no hay ningún estudio serio que demuestre la eficacia de la tan popular y cicatrizante rosa de mosqueta”, asegura Barco. La polémica sobre la efectividad está servida. Mientras tanto, buen provecho, porque precisamente este producto de belleza sí que se puede beber.
bibliografia : http://elpais.com/elpais/2014/12/15/buenavida


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